Ya sea por medio de la guillotina o el hacha, al cortarnos la cabeza sufriremos durante dos segundos un dolor intenso que se inicia en el momento en que cruje el hueso. La hemorragia es la que causa la muerte en la decapitación, porque el cerebro conserva la suficiente sangre y oxígenos para sobrevivir durante 15 segundos más. En ocasiones, cuando la cabeza es separada del cuerpo, los ojos y la boca se mueven a causa de espasmos involuntarios causados por el cerebro.
Cuando el cuerpo pasa dos días sin beber, dejamos de orinar y los riñones se hinchan como un globo provocando un dolor similar al de una puñalada. Al sufrir falta de líquidos, los ojos se secan y endurecen y el cuerpo se nutre del líquido cefalorraquídeo que se encuentra en el cerebro y lo seca provocando un intenso dolor de cabeza. Finalmente, la muerte llega entre tres y siete días.
Provoca el cortocircuito de los nervios y principalmente del corazón.
La muerte por hambre se puede alargar más de un mes. Primero el cuerpo come sus proteínas perdiendo así masa muscular. Después, consume la grasa y nos debilitamos hasta morir. Muchos mueren antes por falta de un aislante térmico que le proporcionaba la grasa.
Ahogado
Si nos sumergimos en el agua tardaremos, normalmente, 60 o 90 segundos en intentar inhalar, en ese momento la laringe se comprime para impedir el paso de agua en los pulmones. Por ello, al morir sumergidos nuestros pulmones permanecerán secos pero sí se inundará el estómago y la falta de oxígeno amoratará nuestro rostro y el cerebro sufrirá un coma mortal en escasos minutos.
Quemado
Un cuerpo tarda unos 10 minutos en arder completamente. En el caso en que estemos rodeados de fuego lo primero que ardería sería nuestro pelo, luego las manos, los hombros, el pecho y finalmente el rostro. Al arder sufrimos un dolor extremo y la principal causa de nuestra muerte sería a por las numerosas heridas que el fuego nos provocaría.
La asfixia provoca la falta de oxígeno a la sangre, tejidos del cuerpo y al cerebro provocando que las células sanguíneas se vuelvan moradas reflejándolo en nuestra piel. Finalmente, perdemos la consciencia y morimos por un paro cardíaco.
Congelado
Cuando la temperatura corporal baja de 35ºC se sufren escalofríos. En el momento en que las manos se endurecen señala que en unos 90 minutos moriremos. A medida que la temperatura del cuerpo baja, las manos se endurecen, señal de que nos quedan 90 minutos de vida. Después, los vasos sanguíneos se hielan e impide la circulación. Pasada una hora las extremidades se congelan y el dolor es muy intenso. Finalmente, caemos inconscientes por falta de riego cerebral.
Gaseado
Morir a través de la inhalación de monóxido de carbono (CO2) es la forma de morir más rápida e indolora. Simplemente notaremos un dolor de cabeza y náuseas. Seguramente momentos antes de la muerte nos quedemos dormidos e inmóviles porque los músculos se agarrotan por el gas.
Desangrado
En el cuerpo hay 5 litros de sangre. Al perder el 15% sentiremos un mareo, pero cuando llegamos a los 2,5 litros sufriremos una hipotermia y entraremos en coma hasta que muramos. Cuando nos desangramos el cuerpo desactiva los órganos menos necesarios para vivir, como el tracto intestinal, el hígado y los músculos de los brazos y las piernas. De esta forma el cuerpo intenta enviar la mayor sangre posible al cerebro. Muchos suicidios de este tipo se han llevado a cabo en una bañera con agua caliente para no sentir el cambio de temperatura que produce la escasez de sangre en el cuerpo y para que la sangre salga de forma más fluida.
Si nos tiramos de una altura de 145 metros alcanzaremos los 200 kilómetros hora y nos provocaría una muerte a los pocos segundos o minutos de la caída. La causa de la muerte varía según la superficie y la posición de la persona al aterrizar, pero en general, las causas son por importantes daños en el corazón, pulmones o las vías sanguíneas.
Los supervivientes de largas caídas comentan que el tiempo se ralentiza, que todos los sentidos se intensifican y que tienen la reacción natural de mantenerse en vertical al aterrizar que es la mejor forma de aterrizar si se desea mantener la vida a pesar de que cause daños en los huesos de las piernas, pelvis y columna vertebral.