Las diez sustancias más venenosas cutáneas, ingeridas o inhaladas:
Toxina botulínica: Ingerida. El sistema nervioso falla, provocando fuertes dolores antes de morir. Es utilizado en tratamientos estéticos con el nombre de “botox”.
Ricina Ingerida o inhalada. Muerte por fallo respiratorio y de tus órganos internos.
Ántrax: Inhalado o en contacto con la piel. Es una infección cutánea por estafilococos formada por una agrupación de forúnculos que produce infección del tejido subcutáneo. Comienza con una gripe sin cura y finaliza con el colapso del sistema respiratorio.
Sarin: Inhalado. Diseñado como un pesticida. Al respirarlo un poco la boca se llena de espuma, produce el coma y mueres.
Tretrodotoxina: Ingerida. La contiene el fugu, el pez globo que es cocinado en japón, y resiste su mortandad al ser cocinado. Produce parálisis y muerte en menos de seis horas.
Cianuro: Ingerido o inhalado. Se halla en diferentes formas en la naturaleza y es fácil de fabricarlo. Provoca ataques, paro cardíaco y muerte en unos minutos.
Mercurio: Inhalado. Su vapor ataca el cerebro, atacando al sistema nervioso central y los pulmones.
Estricnina: Ingerida o inhalada. Utilizado como pesticida. En dosis de 15 miligramos produce agitación, dificultad para respirar, orina oscura, convulsiones, fallo respiratorio y la muerte cerebral. En dosis mayores a 25 miligramos provoca la muerte por asfixia por la contractura de los músculos torácicos que se encuentran en el pecho.
Amatoxina: Ingerida. Se encuentra en algunas setas venenosas. Provoca que las células no puedan crear proteínas. Los síntomas son dolores de estómago, náuseas, vómitos, diarrea grave, otros dolores, hemorragias y finalmente un paro cardíaco que desemboca en la muerte a los dos días de ser ingerida.
Fluoroacetato de sodio o Compuesto 1080. Ingerido o inhalado. Pesticida sin olor ni sabor que se encuentra en plantas. Bloquea el ciclo del ácido cítrico provocando que las células dejen de obtener energía.Produce náusea, vómito, dolor abdominal, sudoración, confusión, agitación y la muerte por infecciones pulmonares y excesiva o escasa frecuencia cardíaca.